En cierta ocasión una joven me preguntó:
-Padre, ¿quién decide qué es bueno y qué es malo? Porque hay personas que no consideran como bueno lo que para la Iglesia sí lo es, y viceversa, por eso quisiera saberlo.
Yo le expliqué:
-Decidir lo que es bueno y lo que es malo no depende de las personas, hay una ley moral objetiva que rige la vida de los hombres, una ley moral que procede de la Ley de Dios, de los mandamientos divinos, lo que le toca al ser humano no es decidir lo que es bueno y lo que es malo, sino conocer la ley de Dios para diferenciar lo que es bueno de lo que es malo y para buscar hacer siempre lo que es bueno y evitar lo que es malo. Hoy en día muchas personas viven dominadas por el subjetivismo y por el relativismo, que los lleva a erigirse como el parámetro de la moral, quitando a Dios como punto de referencia y poniéndose en su lugar, entonces afirman que no existe un bien o un mal moral objetivos, sino que esto depende de cada uno, cada uno inventa su moral, cada uno decide lo que es bueno y lo que es malo, y eso es un grave error, porque si se quita a Dios como referente moral, entonces todo está permitido.
La Iglesia determina qué es bueno y qué es malo en base a la revelación divina, contenida en la Sagrada Escritura y en la Tradición.
La Sagrada Escritura es considerada por la Iglesia como la Palabra de Dios inspirada. Los mandamientos y enseñanzas contenidos en la Sagrada Escritura proporcionan la base primordial para la moral.
Además de la Sagrada Escritura, la Iglesia sostiene la importancia de la Tradición, que comprende las enseñanzas orales, litúrgicas y doctrinales transmitidas de generación en generación desde los apóstoles. La Tradición complementa y explica la Sagrada Escritura.
La Iglesia cuenta con el Magisterio, que es la autoridad para enseñar que ejerce el Papa, y los obispos en comunión con él. El Magisterio interpreta la Sagrada Escritura y la Tradición, emitiendo declaraciones y documentos oficiales que orientan a los católicos en cuestiones morales.
El Catecismo de la Iglesia Católica es el compendio oficial que resume las enseñanzas fundamentales de la Iglesia, incluyendo la enseñanza moral. Proporciona orientación sobre lo que es bueno o malo desde una perspectiva moral.
La Iglesia enseña que la ley moral que debe regir la conducta de los hombres procede de la revelación divina y se expresa a través de la Sagrada Escritura, la Tradición, las enseñanzas del Magisterio y el Catecismo de la Iglesia. La autoridad última para decidir qué es bueno y qué es malo se encuentra en la interpretación auténtica de estos principios por parte de la Iglesia.
Hay personas que creen tener el derecho a decidir ellas mismas lo que es bueno y lo que es malo, según su conciencia; prescindiendo de la ley de Dios. Sin embargo, el bien y el mal tienen un valor objetivo, y no dependen de las opiniones de los hombres.
Sin Dios, la moral es un ídolo que destroza al hombre. Si se quita a Dios como principio de la moral cada uno obrará según sus caprichos.
La libertad con Dios, es auténtica. La libertad sin Dios, es un engaño.
Dios no quita la libertad al hombre por decirle qué es bueno y qué es malo, sino que lo ayuda a alcanzar su plenitud.
Hasta la próxima semana, si Dios quiere.
Pbro. Eduardo Michel Flores.
Leave A Comment
You must be logged in to post a comment.