Una vez una señora me preguntó: “Padre, ¿Qué son las Constelaciones Familiares?”, yo le respondí: “Las Constelaciones Familiares son un método pseudopsicoterapéutico que busca identificar y resolver problemas emocionales, conflictos y traumas dentro de un sistema familiar. Supuestamente su objetivo es liberar a las personas de sus “tensiones y conflictos” que suelen venir de las “generaciones pasadas y tienen sus raíces en los acontecimientos de la historia de la familia” tales como conflictos bélicos, violencia familiar o doméstica, el fallecimiento prematuro de padres o de hijos, abortos, separaciones o violaciones. Según eso, esto puede manifestarse en el presente en forma de problemas tales como: depresiones, psicosis, miedos, migrañas, cansancio crónico o problemas en las relaciones. Así que acontecimientos emocionalmente intensos (conflictos no resueltos) de nuestros antepasados familiares son transmitidos de generación en generación”.

Esta técnica se basa en la idea de que las dinámicas familiares y los conflictos no resueltos de generaciones anteriores pueden influir profundamente en la vida y en las relaciones de los descendientes. En las sesiones de constelaciones, se recrean las estructuras familiares y los roles de cada miembro a través de representantes (personas o símbolos), con el objetivo de identificar patrones ocultos y desbloquear conflictos.

Desde la perspectiva de la Iglesia, las Constelaciones Familiares son vistas con reserva, e incluso con preocupación. La Iglesia advierte sobre el riesgo de este tipo de terapias, ya que, en algunos casos, incorporan elementos esotéricos o pseudocientíficos que no se alinean con la doctrina y antropología cristianas.

Algunas de las principales críticas de la Iglesia son:

  1. Elementos Esotéricos o Pseudocientíficos: En ciertos casos, las constelaciones familiares incluyen prácticas y conceptos que se acercan al esoterismo o a una visión determinista de la vida. La Iglesia alerta contra cualquier forma de práctica que sugiera una “predestinación” o poderes que no provienen de Dios.

 

  1. Confusión de Roles Espirituales y Terapéuticos: Algunas personas pueden ver en esta terapia una solución “espiritual” o “religiosa”, confundiendo la ayuda psicológica con la sanación espiritual, lo cual podría alejar a los fieles de los sacramentos y la oración.

 

  1. Falta de Base Científica: La técnica de las constelaciones familiares no está fundamentada en investigaciones científicas sólidas y ha sido criticada en el ámbito de la psicología profesional. La Iglesia promueve terapias con base en la ciencia y la ética cristiana, siempre respetando la dignidad de la persona.

 

Enfoque de la Iglesia ante el sufrimiento y las heridas emocionales

La Iglesia invita a los fieles que atraviesan dificultades personales o familiares a buscar ayuda en psicólogos, psiquiatras y otros profesionales de la salud mental con enfoque ético y con conocimientos fundamentados. Además, recomienda recurrir a la vida sacramental y a la oración, recordando que el verdadero sentido de la vida y la paz interior provienen de la relación con Dios.

Las constelaciones familiares son una forma de pseudopsicoterapia cuyo modelo teórico se sustenta en ideas extraídas de otras pseudoterapias y creencias pseudocientíficas o mágicas. Defiende una visión distorsionada y retorcida de la familia, un ejercicio profesional muy poco especializado y unas “técnicas” altamente sugestivas sin evidencia científica cuyo efecto no va más allá del placebo pudiendo llegar a ser contraproducentes para sus participantes. Si una persona tiene algún tipo de problema, o necesita una terapia familiar o individual, lo más recomendable, dice la Iglesia, es que acuda a profesionales que respeten los principios cristianos y la dignidad humana, ya que su salud mental o física no son un juego de representaciones teatrales, fuerza cósmica o figuritas de juguete.

Hasta la próxima semana, si Dios quiere.

Pbro. Eduardo Michel Flores.