En una ocasión una señora me preguntó: “Padre, ¿Qué es una infestación?, porque una vez escuché que la infestación y la posesión diabólica no eran lo mismo, pero no entendí por qué”, entonces yo le dije: “Una infestación se refiere a la influencia maligna del demonio sobre lugares, objetos o animales. La infestación es diferente de la posesión, que afecta directamente a una persona. En una infestación, se considera que el demonio está actuando en el entorno externo y no dentro del individuo”.

Las infestaciones suelen manifestarse a través de fenómenos inexplicables o perturbadores, tales como ruidos extraños, movimientos de objetos sin causa aparente, o incluso comportamientos anómalos en animales. La Iglesia aborda estos casos a través de ritos y oraciones específicas, que pueden incluir la bendición del lugar o el objeto afectado y, en casos más graves, un exorcismo menor.

La práctica del exorcismo y las oraciones de liberación son conducidas por sacerdotes escogidos y capacitados, que actúan siguiendo un protocolo estricto y bajo la supervisión de la autoridad eclesiástica. La Iglesia también recomienda discernir cuidadosamente para diferenciar entre fenómenos naturales o psicológicos y auténticas infestaciones demoniacas.

¿Quién puede liberar de una infestación y cuál es el procedimiento?

En la Iglesia, la liberación de una infestación puede ser llevada a cabo por un sacerdote autorizado. El procedimiento específico para tratar una infestación implica varias etapas y pasos formales. Aquí detallamos quién puede hacerlo y cómo se realiza el proceso:

Quién puede liberar de una infestación:

  • Sacerdotes: Preferiblemente, un sacerdote que tenga la formación y el mandato específico del obispo para realizar exorcismos y rituales de liberación.
  • Exorcistas: Sacerdotes especialmente escogidos y capacitados para el rito del exorcismo y la liberación.
  • Obispos: En casos especiales, los obispos tienen la autoridad para realizar estos ritos o designar a un sacerdote adecuado.

Procedimiento para la liberación de una infestación:

  1. Discernimiento:
  • Investigación: Antes de proceder, es esencial discernir la naturaleza de los fenómenos. Esto puede involucrar entrevistas con los afectados, testigos y análisis de las manifestaciones.
  • Descartar causas naturales: Se debe excluir la posibilidad de causas naturales, psicológicas o físicas para los fenómenos observados.
  1. Oraciones y Bendiciones:
  • Oraciones de liberación: Oraciones específicas pidiendo a Dios que libere el lugar, objeto o animal de la influencia maligna.
  • Bendición del lugar: Uso de agua bendita, incienso y otras prácticas litúrgicas para santificar el lugar afectado.
  1. Rito del Exorcismo Menor:
  • Lectura del Ritual Romano: Si se considera necesario, se puede usar el Rito del Exorcismo Menor que está contenido en el Ritual Romano. Este rito incluye oraciones específicas y lecturas de la Sagrada Escritura.
  • Invocación de la protección divina: Invocar la ayuda de santos, especialmente la Virgen María y San Miguel Arcángel, que son vistos como protectores contra el mal.
  1. Mantenimiento espiritual:
  • Continua oración y vigilancia: Después de la liberación, es recomendable mantener una vida de oración y vigilancia espiritual para prevenir nuevas infestaciones.
  • Santidad del lugar: Mantener el lugar consagrado y libre de cualquier elemento que pudiera atraer influencias malignas, como prácticas ocultas u objetos malditos.
  1. Asistencia pastoral:
  • Acompañamiento espiritual: El afectado debe recibir apoyo y orientación espiritual continua para fortalecer su fe y evitar recaídas.
  • Educación religiosa: Enseñar sobre los sacramentos, la importancia de la oración y la participación en la vida sacramental de la Iglesia.

Es fundamental que todo el proceso sea realizado con reverencia, cuidado y bajo la guía de la autoridad eclesiástica, asegurando que las acciones estén en conformidad con las enseñanzas y prácticas de la Iglesia Católica.

Hasta la semana que viene, si Dios quiere.

Pbro. Eduardo Michel Flores.