Soy una mujer de casi 90 años, cumpliré 89  el 31 de Diciembre, pero no soy una anciana.
Una anciana es  la persona que se ha dejado absorber por el tiempo. Envejeciendo de cuerpo y pensamiento.  Ser una mujer adulta es: No tener complejos de los años, vivir su edad con respeto con Alegría y en Santa y paz dando gracias a Dios por la vida.
La edad como las canas se puede pintar con colores que alegren los días  se y puede vestir con discreción y gusto muy discretamente, nada de exagerar y llamar la atención, solo elegancia con pulcritud sin exagerar.  Ese es privilegio de la gente joven.
La edad tiene que pagar un precio como los carros viejos se descomponen y no hay repuesto  por ello hay que cuidar la salud al máximo  y tratar de caminar despacio pero seguro.  Nada de estarse quejando ni con viejos, ni con jóvenes y hay que hacer lo que la edad permita sin que te truenen los huesos.
La experiencia es el tesoro de la edad madura y se hace mucho bien si aconsejas, a la edad madura se vive de recuerdos con música y romances con flores y poesía sueños de antaño época de y la dulce vida.
Yo soy una mujer adulta, viví estos casi noventa años con los títulos que me otorgó la vida me dio diploma por esposa, medalla como madre y un certificado de buena amiga
Así pasó la vida con sueños de esperanza rezando y dando gracias por que anciana no soy…   Solo soy una “mujer adulta”

Elvia