Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. 

No descansas nunca, quieres valorarlo todo, escudriñarlo todo, pensar en todo y te  abandonas así a las fuerzas humanas o peor, a los hombres, confiando sólo en su intervención. Es esto lo que obstaculiza, bloquea mis palabras y mis planes. ¡Oh, cómo deseo tu abandono para beneficiarte!, ¡Y cuánto me aflijo al verte turbado!  Satanás busca precisamente esto: turbarte para apartarte de mi acción y arrojarte a  la merced de sólo las iniciativas humanas. 

¡ Confía por eso sólo en Mí, reposa en Mí, abandónate a Mí en todo ! 

Oh Jesús, yo me rindo a Ti, me abandono en Ti, ¡ocúpate de todo! (Repítelo 10 veces) 

María, Madre mía, soy tuyo ahora y siempre. 

A través de ti y contigo, siempre quiero pertenecer completamente a Jesús. Amén.