HOY EL RETO DEL AMOR ES: Escuchar esa voz interna.

Buenos días. Hoy Soraya nos lleva al Señor, que pases un feliz día!

JAMAS DIGAS…
NO PUEDO!

Siempre que recibo una reflexión de las hnas. Dominicas pienso, qué hermoso poder escribir un Reto del Amor de una situación tan sencilla de nuestra vida diaria.

Hoy me propuse escribir y de pronto me vino la frase…
Imposible!
Lo cuál, no me gusto!

Justamente recordé el día de ayer, me compré un coco, sí un coco!
De esos que se dan en las palmeras.
Feliz, lo traje a casa, con la esperanza de beber su deliciosa agua. Claro ! Sin pensar en cómo lo abriría?

Cuál fue mi sorpresa que al intentarlo, una serie de comentarios me llovían.
Yo les pregunté…
“Si estuvieran en una isla desierta, cómo abrirían éste coco sin herramientas? “
– No se puede, dijo uno.
– Con un hacha, dijo otro?
– Con otro coco!
– Con una piedra filosa…

La verdad que ninguna de sus respuestas me dejó satisfecha, incluso alguien sugirió que lo abriera con un taladro!

Tomé un viejo cuchillo pesado, pero no era el indicado para este tipo de trabajo.
Mi obstinación fue creciendo cada vez mas y mas.
Mientras tanto, todos opinaban a coro:
– No puedes!
– Está muy duro!
– Te vas a cortar,
 – No trae agua!
– Ese coco no sirve!
Etc, etc.
A lo único que me aferré fue a ..
SÍ PUEDO!

El golpeteo y el sonido era ensordecedor,
todos decían ,
YA PARA!
A lo cual, yo cada vez mas obstinada, insistente y paciente, seguía con la ardua tarea.

Algo me indicó que pronto vería resultados, pues una parte blanca se vislumbraba, así que seguí con mayor emoción, a pesar de los comentarios en contra.

Cuando por fin logré hacer un orificio para sacar la tan deseada agua, solo “medio vaso” pude obtener del sagrado líquido!

La labor continuó por buen rato, el olor era tan fuerte y delicioso que ya nada podía detenerme hasta lograrlo.

Todo esto me llevó a reflexionar:
Esto es … Un reto!
Y de pronto, una gran sensación invadió mi alma, esto era justo el material que necesitaba para escribir mi propio
Reto del amor!

Un simple coco, sí!
Qué experiencia de vida me podría dar?
En efecto…
Así me ví!
Ví mi vida, como
a este coco!
Duro, necio, terco, viejo e imposible de romper, a simple vista!
Pero para Dios, No hay imposible!
El trata de abrir nuestro corazón y no se detiene, insiste una y otra vez, es paciente y no deja de golpear.
Porque sabe y confía en que
“lo bueno”
Tiene que salir, tarde que temprano.

Este sencillo pero entretenido trabajo lleva tiempo, dedicación y constancia pero sobre todo, mucha fe!

La misma fe y paciencia que Dios tiene conmigo!
Con cada uno de nosotros, porque sabe muy bien lo que hay adentro.

Al parecer es una lucha diaria y constante, tal como el coco y yo.
Resistiéndome, pero Dios sigue y sigue, dando y dando…
Sin perder la fe en mi, en toda la humanidad.

Hoy: EL RETO DEL AMOR
Nos invita a escuchar a esa voz interior, a no hacer caso a lo que los otros opinen.

Si yo creo?…
Yo puedo!

Solo confía en el Señor y no pierdas la fe, se constante!
Que cuando el reto es difícil, mas grande es la victoria!

Después de saborear una riquísima horchata de coco ahora me dispongo a preparar unas galletitas, adivinan de qué serán?…
Sí, de Coco!

VIVE DE CRISTO