Hola buenos días!
Hoy Soraya nos lleva al Señor, que pases un lindo día.

Para algunos, tal vez, el hecho de poner a cocer frijoles sea algo muy sencillo.
Pero cuando nadie te dice cómo ?
Puede que no resulte bien a la primera.

En un taller de cocina aprendí que las semillas o granos se deben
“ activar o hidratar” una noche antes.
La semillas generan energía a quién las toma.
Al remojarlas activamos sus enzimas y mejoramos su digestibilidad y su calidad nutritiva.
Generamos las posibilidades de poner en marcha su crecimiento y comienzan a desplegar todo su potencial.

Ya sea que quieras hacer frijoles, lentejas, habas o garbanzos, a todas se les debe poner a remojar hasta cubrirlas con agua.
Algunas requieren más tiempo, otras más pequeñitas menor tiempo pero todas sin duda necesitan del agua para dar el siguiente paso.
Una vez hinchadas se debe cambiar el agua por un agua nueva!
Y todo esto para qué?

Esto me llevó a reflexionar; que nosotros los seres humanos somos también como
esas semillas.
Debemos “activarnos e hidratarnos”
de esa agua viva!

Recordé aquel pozo en Samaria, en que Jesús nos prometió:
“El que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él, esa agua se convertirá en manantial del que brotará vida eterna”. Jn. 4:14

Hoy el Reto del Amor es aceptar:
Ir a esa Fuente de agua viva.
El señor te invita a visitarlo en el santísimo Sacramento en la Eucaristía en donde El te espera para hidratar tu corazón y hacerlo germinar.
El Convertirá tu semilla en un gran fruto para que puedas convertirte en la mejor versión de ti.

VIVE DE CRISTO