San José

Título:
Esposo de la Virgen María

19 de marzo

 

San José, según todas las apariencias, nació en Belén y se cree que murió en Nazaret antes de que Jesús comenzara su misterio. La Biblia habla muy poco de San José, pero por los primeros capítulos de Mateo y de Lucas sabemos que era carpintero de oficio, hombre justo y piadoso y excelente esposo y padre. La genealogía que se da en Mateo I, 117, remonta su origen hasta Abraham y el rey David. De acuerdo con el rito judío, fue desposado con la Virgen María, la cual también era de la raza de David. Más tarde, habiéndose enterado de que estaba encinta y pensando que siempre se había mantenido apartado de ella, consideró la posibilidad de despedirla. No obstante, dudaba, pues era hombre tierno y no quería exponer a la joven al reproche que esa acción ocasionaría. Fue en esa época de incertidumbre cuando el ángel del Señor se le apareció en un sueño, revelándole el misterio de la Encarnación. «No tengas temor, José, hijo de David —dijo el ángel—, en tomar contigo a María, tu mujer, pues lo que ella ha concebido es del Espíritu Santo. Y dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús, pues él salvará a la gente de sus pecados.» (Luc. I, 2021.)

Entonces José aceptó sin dudar el doble cargo que le había sido encomendado, el de protector del honor de María y el de servir de padre al niño que había de nacer. Llevó a María consigo desde Nazaret a Belén, cuando, para cumplir el edicto romano, tuvieron que ir allá para el censo. Entonces sucedió el nacimiento del Señor. Sabemos que José se hallaba en el establo de la posada, al lado de su mujer, cuando los tres sabios de Oriente llegaron, siguiendo la estrella, para honrar al recién nacido y ofrendarle dones preciosos. El niño fue circuncidado, y cuando pasaron los cuarenta días que la ley mosaica prescribía, José y María lo llevaron al templo de Jerusalén. Cierto santo varón llamado Simeón, a quien le había sido revelado que no moriría hasta haber visto al Cristo, estaba ese día en el templo y cuando vio a Jesús supo que tl era el prometido Mesías. El sacerdote bendijo a José y a María y habló de la gloria que les había llegado.

Nuevamente el ángel del Señor se apareció a José para decirle que huyera con su familia hasta Egipto para escapar a la ira del celoso rey Herodes. Obedientemente, José se apresuró a cumplir la orden, y la familia permaneció en Egipto hasta que llegaron nuevas de la muerte de Herodes y fue seguro para ellos su regreso al hogar. De nuevo en la agradable ciudad de Nazaret, José continuó su oficio, enseñándoselo a Jesús conforme el niño crecía. El suceso más importante del año era la Pascua, cuando todos los piadosos iban hasta Jerusalén para participar en las ceremonias. José y María tenían la costumbre de realizar ese viaje y sabemos que José compartió la ansiedad de su mujer cuando el niño Jesús, de doce años entonces, se perdió y fue hallado más tarde debatiendo con los sabios en el templo. Así, todo lo que de San José sabemos concuerda con la idea de que era un cariñoso y protector padre y esposo.

La veneración hacia este santo no parece haber existido entre los primeros cristianos. Parece que su reconocimiento se desarrolló primeramente entre los coptos, rama del cristianismo oriental. Desde tiempos muy antiguos se veneró a San José en Irlanda y durante la Edad Media en Europa Se tejieron muchas historias alrededor de su nombre. A pesar de su popularidad, no fue antes de 1870, bajo el Papa Pío IX, cuando se le proclamó patrón de la Iglesia Universal, y los miércoles del mes de marzo se han dedicado a su devoción. El gran número de iglesias dedicadas a San José es muestra de lo profundamente que se le venera. San José es el patrón de los carpinteros y de la muerte feliz, y sus símbolos son una vara y un cepillo.