Una vez una señora me preguntó:

-Padre, ¿se puede ser católico y practicar el esoterismo? Porque tengo una amiga que lee los horóscopos, acude a que le lean las cartas, practica la brujería, dice que es magia blanca, pero igual asiste con frecuencia con brujos y hechiceros, aunque también acude a la Iglesia; yo le dije que, según mi pobre entender, no se podía ser católico y realizar ese tipo de prácticas esotéricas; pero me dijo que ella no veía ningún problema, porque ella le daba su lugar a Dios y que esas prácticas eran inofensivas; yo, como no estoy muy enterada de esos temas, no supe qué responderle por eso quise venir a preguntarle.

Entonces yo le dije:

-El esoterismo es incompatible con la fe cristiana, porque es contrario al Primer Mandamiento de la Ley de Dios, ya que no pone a Dios sobre todas las cosas, porque invita al hombre a confiar más en prácticas misteriosas y ocultas que en Dios. No hay nada más absurdo y contradictorio que un cristiano para quien Dios no es suficiente, y que necesite en su vida de prácticas oscuras o misteriosas para ir adelante.

El esoterismo es un conjunto de conocimientos, creencias y prácticas secretas, ocultas o reservadas para un grupo selecto de personas que buscan la verdad interior de la persona y su desarrollo espiritual.

Algunas prácticas esotéricas más comunes son:

  • Astrología: Estudio de la posición y movimiento de los astros para entender su influencia en la vida y la personalidad de los individuos.
  • Numerología: Asociación de significados místicos a números y su aplicación para entender aspectos de la vida.
  • Tarot: Uso de cartas de tarot para la adivinación y la exploración espiritual.
  • Magia: Uso de rituales y símbolos para influir en eventos y personas para obtener resultados sobrenaturales.

La enseñanza de la Iglesia con respecto al esoterismo es muy clara, la Iglesia prohíbe y condena las prácticas esotéricas ya que las considera incompatibles con su doctrina, contrarias a la revelación y a la enseñanza de la Biblia. La Iglesia enseña que la fe en Dios, la oración y la relación con Jesucristo son los fundamentos centrales de la vida espiritual.

El Catecismo de la Iglesia Católica ofrece algunas directrices al respecto. En el número 2116, advierte contra la consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia y la interpretación de presagios, ya que considera que estas prácticas contradicen la virtud de la religión. Además, se advierte contra la participación en prácticas mágicas o esotéricas que buscan el poder sobre los demás o la explotación de fuerzas ocultas.

Para la enseñanza de la Iglesia, la participación en prácticas esotéricas es considerada incompatible con la fe católica.

Lo que revela la práctica del esoterismo es que quien lo ejerce sufre de un gran vacío de Dios en su vida, que quiere llenar con cierto tipo de prácticas oscuras y ocultas, para sentir a través de ellas seguridad en el futuro, confianza en el porvenir.

Es sorprendente, y penoso a la vez, que un católico necesite de prácticas esotéricas para avanzar en la vida, para tener confianza, para sentir seguridad. El cristiano que necesita del esoterismo para su vida, es, en realidad, alguien que no vive su fe, porque si realmente tuviera fe en Cristo, no le faltaría nada.

Cuando se tengan dudas o preguntas sobre la compatibilidad entre la fe cristiana y alguna práctica esotérica es conveniente consultar a un Sacerdote para recibir orientación al respecto.

Que Dios los bendiga, hasta la próxima semana.
Pbro. Eduardo Michel Flores.