Hace tiempo vino un adolescente a platicar conmigo y de pronto me preguntó: -Padre, las redes sociales ¿son buenas o malas? ¿es pecado verlas?
A mí me sorprendió su pregunta, así que le consulté la razón de su pregunta.
-Es que yo pensaba que las redes sociales eran buenas, pero el otro día estaba dentro de una red social de videos y de pronto me salió un video que por su contenido me pareció inmoral, inmediatamente lo quité, pero me sentí en pecado, por eso quise venir a preguntarle.
Le expliqué:
-Lo más apropiado es decir que en sí mismas las redes sociales no son buenas o malas, son neutras, es decir, que eso de saber si es pecado ver las redes sociales dependerá del uso que les demos nosotros, hay mucha gente que utiliza las redes sociales para transmitir mensajes positivos, hay personas de Iglesia que las usan para evangelizar, hay expertos en diversas materias que dan consejos muy oportunos sobre su materia, hay especialistas en la medicina que asesoran con recomendaciones muy acertadas, también es cierto que hay quien usa las redes para insultar o denigrar, para transmitir contenido verbal o audio visual obsceno u ofensivo; hay algunas personas de Iglesia que en vez de evangelizar se dedican a cosas mundanas e incluso llegan a escandalizar, por eso todo dependerá de para qué entras a las redes sociales, y si tú eres de los que usan las redes sociales para compartir contenido si lo que haces es de calidad y vale la pena transmitirlo. Un principio de quien comparte contenido en las redes sociales es ‘dime qué compartes y te diré qué tipo de persona eres’, porque eso manifiesta quién eres.
Un grande reto para la Iglesia y para los padres de familia es el de enseñar a los niños, adolescentes y jóvenes a hacer un uso responsable de los medios de comunicación, especialmente en este tiempo a hacer un buen uso de las redes sociales. Algunos padres de familia dicen que ellos no utilizan las redes sociales y prohíben a sus hijos hacerlo, pero no es evitando o evadiendo la realidad como se debe enfrentar un tema tan delicado. En lugar de eso, sería más constructivo que los padres de familia orientaran a sus hijos acerca del uso responsable de las redes sociales. Alguien dijo alguna vez que no usaba las redes sociales porque lo llevaban a pecar. Pero el problema no reside en las redes sociales en sí, sino en el corazón humano. Aunque uno no use las redes sociales, si hay deseo de pecar en el corazón la persona caerá en tentación, con o sin las redes sociales, es cierto que no hay que propiciar las ocasiones próximas de pecado, por eso lo mejor será aconsejar hacer un uso sano de las mismas. La Biblia nos enseña que el ‘dominio de sí’ es un fruto del Espíritu Santo para enfrentar situaciones difíciles y tentaciones sin caer en ellas. Este ‘dominio de sí’ no nos lleva a aislarnos del mundo, sino a movernos en él sin comportarnos como lo haría el mundo. En este sentido, es importante que los cristianos utilicemos las redes sociales de manera responsable y coherente con nuestra fe. Aprovechemos el gran alcance que tienen las redes sociales e impactemos positivamente al mundo por estos medios y demos a conocer directa o indirectamente a Jesús y su evangelio para así provocar efectos positivos en las personas que nos siguen en cualquiera de nuestras redes sociales.
Dios los bendiga. Nos leemos la próxima semana.
Pbro. Eduardo Michel Flores.
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